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martes, 22 de mayo de 2012

TERREMOTO EN NICARAGUA EN 1972

El terremoto de Managua de 1972  fue un sismo de magnitud 6.2 grados en la escala sismológica de Richter que destruyó la capital de Nicaragua,a las 12:35 de la mañana del sábado 23 de diciembre de 1972, con una duración de 30 segundos, seguido por dos réplicas de 5.0 y 5.2 grados a la 1:18 am y 1:20 am respectivamente, casi una hora después del primer temblor. Destruyó el centro de la ciudad y causó cerca de 19,320 muertos y 20,000 heridos, aunque no se sabe el número exacto de fallecidos debido a que hubo cadáveres que nunca fueron sacados de los escombros por los rescatistas nacionales y extranjeros y que al descomponerse causaron un fuerte hedor durante casi 5 meses hasta la llegada de la estación lluviosa en mayo de 1973.
    Los incendios causados por el desastre se prolongaron durante las dos semanas siguientes hasta el 6 de enero de 1973, debido al quiebre de la tubería de agua potable y al desplome de los 2 cuarteles del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Managua, situados en el barrio Candelaria y frente al Estadio Nacional, se derrumbaron aplastando a las unidades. Esto obligó a los cuerpos de bomberos de los departamentos de Carazo, Granada, León, Matagalpa y Masaya a ir a Managua para apagar el fuego.

                                                      LOS DAÑOS CAUSADOS
Los daños materiales fueron cuantiosos: el 90% de las casas, en el radio central, se derrumbaron y las que quedaron en pie estaban dañadas severamente, al punto de reconocerse como inservibles. Más de 600 manzanas quedaron destruidas por el sismo; unas 50.000 construcciones quedaron en escombros y más de 280.000 personas quedaron sin hogar.
El 75% de las viviendas y edificios del centro se derrumbaron. El 95% de de la industria desapareció; el 75% de la infraestructura desapareció, el 90% del comercio sucumbió al terremoto y los incendios, el 40% de las fuentes de ingreso fiscales desapareció. Los servicios públicos de agua potable, energía eléctrica, telecomunicaciones y alcantarillado quedaron cortados por los movimientos terráqueos. En la ciudad de Managua cayeron destruidos todos los hospitales públicos y privados; los hospitales del Seguro Social, frente al costado norte del parque 11 de julio en la calle de este nombre, El Retiro (que estaba en la pista Benjamín Zeledón, de la actual rotonda El Güegüense una cuadra al este) y Bautista (el único hospital privado del país en esa época y que fue fundado por la Iglesia Bautista en 1936) se derrumbaron o quedaron dañados severamente. Sólo el Hospital Militar, inaugurado por el presidente Anastasio Somoza Garcia el 1 de febrero de 1956, quedó en pie y fue reparado posteriormente; el Hospital Vélez Paiz situado en el kilómetro 5 y ½ de la Carretera Sur (en las afueras de la ciudad) resistió los temblores, fue reparado posteriormente y hoy es un hospital materno-infantil.

                                                    EL ÉXODO Y EL SAQUEO
El desastre hizo que hubiera un éxodo de decenas de miles de personas desde esa misma fátidica madrugada. Las Carreteras Norte, Sur, Nueva a León y la de Masaya se fueron congestionando por el desfile de vehículos donde huían los temerosos sobrevivientes. Con el fin de evitar una epidemia que hubiera sido de grandes proporciones, se ordenó evacuar la ciudad a la mayor brevedad posible y comenzó el éxodo más doloroso y triste que recuerda la historia de Nicaragua.
Hubo saqueo, primero por delincuentes comunes el mismo día del desastre, y después por habitantes de los barrios pobes de Managua. Fueron saqueadas las casas comerciales, los almacenes, supermercados, tiendas, depósitos, iglesias, colegios públicos y privados, además de los bienes personales en las casas abandonadas por los atemorizados dueños, acto de lo más innoble y por demás censurable sin precedente en el país.

 


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